sábado, 15 de octubre de 2011

Cuando una pasa al equipo de las mamás

Hoy me vino la nostalgia de la época del embarazo. Cuando esperaba a mi primera hija, estaba con muchísimo trabajo en la empresa donde trabajaba y me queria morir cuando descubria que eran las 3 de la mañana y no había dormido nada. Llegaba la hora de lenvantarse y yo sentia que acababa de dormirme.


En fin. Durante una de esas noches eternas de insomnio, encontré un pedacito de tela panamá y un puñado de mechillas de colores. Con sumo cuidado saqué aguja y tijeras de mi dormitorio, para no despertar a mi marido, y me fui a la sala a empezar con  mi labor.


Así, empecé a pasar las horas sin sueño, en compañía de mi pequeño retoño Isabel, que se movía en la panza, mientras yo continue con el bordado. Puntos cruz de colores azul, rojo, café, amarillo. Letras en forma de flores o acompañadas de delfines azules. O brujitas, ositos o payasos coloridos, todos pensando en que podrían ser los compañeros de Isabel.


Cerca del final de mi embarazo leí en una revista que me acompañó gran parte de esas noches que el punto cruz es una actividad propia de embarazadas. Y qué acertado comentario! Me siento orgullosa de mis mini trabajos.


Aqui incluyo una pequeña muestra de mis trabajos. Éstos ya tienen 6 años de vida!






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